Fragmento tomado del catálogo de exposición pictórica realizada en la Ciudad de Maturín, Estado. Monagas. En junio 1999 con el nombre “ Y el Evangelio se hizo Arte” Gabino Matos Añez.
“El, tema de la Iglesia y el tema del Arte es el hombre, la verdad del hombre, Ese home, al que también pertenecen su historia, su mundo y su ambiente, así como el contexto social, económico y político…..la relación entre Arte y religión no se ha borrado, tema como culpa y gracia, opresión y redención, injusticia y justicia, solidaridad y amor al prójimo, esperanza y consuelo, aparecen siempre de nuevo, en las obras de arte, y encuentran siempre una gran resonancia.” Papa Juan Pablo II
Estas palabras del Papa Juan Pablo II, dirigidas a todos los artistas del mundo, bien puede servir de marco, para aproximarse a la pintura catequística de la Hna. Angélica Rojas Lizardi…. Esta religiosa de la congregación hermanas catequistas de Lourdes, es como una suerte de “reportera visual” que traduce en un “periódico” de formas y colores, las grandes “noticias” que afectan la verdad del hombre de nuestro tiempo. El actual Ecce Home que paradójicamente, se debate entre el progreso de la ciencia y la tecnología y el irrespeto a su condición de persona humana en el ámbito personal, familiar, social y ecológico.
Estas pinturas son mensajes sintetizados que cuestionan, que intranquilizan, y que, de alguna manera denuncian las actividades débiles de nuestras instituciones sociales, económicas, políticas y religiosas. No son pinturas decorativas, sino reflexivas, no son primorosas obras de artes sino inquietantes realidades dirigidas a remover la conciencia humana y cristiana de quién sabe apreciarlas. Bien dice el papa Juan pablo II que obras como éstas encuentran siempre una gran resonancia en los cristianos convencidos y comprometidos con el mensaje de Jesucristo, porque denuncian y anuncian en el lenguaje eclesial los retos para una nueva catequesis y para una situada pastora.
Estas pinturas catequéticas requieren ser “ leídas” y analizadas por quien las observa. Son páginas abiertas que ilustran conceptos, retos y acciones ya explicados por la Doctrina Social de la Iglesia. Es un arte que advierte sobre las luces y sombras de nuestro tiempo sobre aciertos y desaciertos como constructores del género humano. “ El Arte - dice el semiólogo Humberto Eco -“ no existe sino la presencia del hombre”, por eso asumimos que el tema de la iglesia y el tema del arte es el hombre. Estos cuadros de Angélica Rojas no son para el deleite sino para la reflexión, no son para evaluar la técnica sino para interpretar su contenido, no son para verlos sino para leerlos. Son “verbos no sustantivos” como dice el cantautor Ricardo Arjona. Son pues imágenes que alcanzan una significación porque hay personas que se preguntan por sus significados, son imágenes catequísticas por indicar donde, con quien y en quien insistir a través de la nueva dimensión de la enseñanza religiosa y la catequesis.
Para hacer estas pinturas, la hermana Angélica Rojas tiene que estar atenta a lo que sucede en el entorno local, nacional y mundial para extraer los motivos e ideas de sus trabajos. Paralelamente, coteja los hechos con acertadas citas bíblicas, frases de Jesucristo o palabras del Papa, para darle sentido eclesial. Finalmente selecciona las figuras, los contextos y significación en el marco de nuestra realidad venezolana. Fácilmente advertimos como alude a nuestras ciudades, a nuestras barriadas, al los rostros de nuestros indígenas, a la variada fisonomía de nuestra gente, a los Profetas de nuestros tiempos y a las referencias, signos y símbolos de nuestra religión. Es como descubrir a Cristo a través de la Biblia, del Breviario y de los mensajes y de los mensajes de los medios de comunicación social.
Son pinturas como dimensión profética porque no solo denuncian lo que el hombre hace o deja de hacer, sino que también anuncian lo que Dios quiere.
Prof. Gabino Matos Añez
Crítico de Arte Sacro